Aunque pareciera que la insulina y el bajar de peso no estén relacionados, esta hormona depura la glucosa de la sangre y la lleva hacia el hígado y los músculos para crear una reserva de glucógenoque se convierte en glucosa, es decir, energía, cuando el cuerpo la necesita. Por ejemplo al hacer ejercicio.
Cuando una persona es sedentaria, hace que su organismo almacene glucosa y el hígado entre a quite para convertirla en triglicéridos. La peor parte viene cuando los triglicéridos se alojan en el vientre y otras áreas del cuerpo en forma de grasa.
¿Resistencia a la insulina?
Provoca que los niveles de esta se eleven demasiado y la quema de grasa se dificulte, lo que da pie al aumento de peso.
Tips para controlarla
No ingerir carbohidratos con IG alto: Llegan pronto al sistema digestivo y torrente sanguíneo, convirtiéndose en glucosa que se aloja en la sangre, causando que se dispare la insulina. Por ello, es recomendable reducir su consumo. Algunos alimentos que entran en este grupo son pan, arroz, papa, melón, sandía, calabaza, galleta salada, entre otros.
Haz ejercicio: Además de mantenerte en forma, elevar tu sistema inmune, mantenerte saludable y de buen humor; ayuda a prevenir que la insulina suba.
Cuida las porciones: Aunque se trate de tu comida preferida, trata de no comer en exceso. Medirte hará que tu consumo calórico sea adecuado y la insulina no rebase los parámetros saludables.
No más azúcar; Nada mejor para reducir la insulina que limitar el consumo de azúcar. Si de plano te cuesta mucho trabajo dejar de endulzar lo que comes, prueba reemplazarla con edulcorantes, pero sin abusar de la dosis.
Artículos Relacionados: