Una profesora de la Universidad Ben Gurion de Israel ha desarrollado tratamientos que destruirán las células madre cancerosas o revertirán sus propiedades químicas a células no cancerosas. Su trabajo está destinado a tener un amplio impacto terapéutico, con la esperanza de enormes beneficios clínicos que conducirán a vencer el fatal flagelo del cáncer.
La Prof. Varda Shoshan-Barmatz de la Universidad Ben-Gurion del Negev (BGU) está manipulando moléculas para tratar y potencialmente curar el glioblastoma, el tipo más común y agresivo de cáncer de cerebro, así como otros cánceres. Los nuevos tratamientos patentados destruirán las células madre cancerosas o revertirán sus propiedades químicas a células no cancerosas.
El glioblastoma es actualmente el tumor cerebral más difícil para que los médicos puedan reducir y matar rápidamente debido a su capacidad química para resistir el tratamiento. Según la Asociación Americana del Cáncer de Cerebro, el glioblastoma representa el 14,9% de todos los tumores cerebrales primarios, y tiene el mayor número de casos de todos los tumores malignos, con un estimado de 12,390 nuevos casos pronosticados en los Estados Unidos en 2017 solo.
Shoshan-Barmatz puede haber encontrado la bala mágica para matar los tumores cerebrales, centrándose en VDAC1, una proteína importante que parece tener la clave para las adaptaciones metabólicas durante el desarrollo del cáncer. VDAC1, que reside dentro de la membrana mitocondrial, se sobre expresa en las células cancerosas. Las mitocondrias juegan un papel fundamental en la regulación de la muerte celular programada, o “apoptosis”.
Mediante la manipulación de la proteína, “secuestró” dos aspectos importantes del desarrollo y la supervivencia de las células cancerígenas, literalmente, volviéndolas contra sí mismos. Con un talentoso equipo en el Departamento de Ciencias de la Vida de BGU, Shoshan-Barmatz ha sido capaz de crear y poner en marcha varias estrategias patentadas para promover la apoptosis en las células cancerosas.
Prof. Varda Shoshan-Barmatz Foto: Universidad Ben-Gurion
La primera estrategia consiste en la detección, identificación y desarrollo de varias moléculas pequeñas que pueden activar las actividades pro-apoteóticas de la proteína.
La segunda implica péptidos basados en VDAC1 que impiden el crecimiento de las células cancerosas y minimizan los mecanismos de autodefensa anti-apoptosis de las células cancerosas. El ensayo de estos péptidos se ha llevado a cabo en modelos animales de tumores de pulmón, mama e hígado, todos los cuales muestran éxito en la inhibición tanto del crecimiento del tumor como de la propagación del cáncer.
Y, sin embargo, una tercera estrategia implica el silenciamiento de la expresión de VDAC1, utilizando moléculas llamadas “pequeños ácidos ribonucleicos interferentes (siRNAs por sus siglas en inglés)”. La prueba de este método resultó en una inhibición importante del desarrollo del glioblastoma.
Estos fascinantes nuevos descubrimientos representan un nuevo horizonte potencial en el desarrollo de estrategias anticancerígenas que serían capaces de atacar simultáneamente numerosas características del desarrollo del cáncer. Los innovadores agentes anticancerígenos de Shoshan-Barmatz están destinados a tener un amplio impacto terapéutico, con la esperanza de enormes beneficios clínicos que conducirán a derrotar al fatal flagelo del cáncer.
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