Cuando se habla de tumores en la mujer, los primeros que vienen a la mente son los de mama, por ser los más dañinos y, por ende, de mayor difusión. Sin embargo, poco se dice de los miomas uterinos.
Conocidos popularmente como fibromas, son tumores benignos que se hacen presentes en 1 de cada 4 mujeres en edad fértil y en 1 de cada 2 mujeres mayores de 40 años. Esto lo convierte en el tumor de mayor prevalencia en el sexo femenino.
¿Y por qué no se habla de estos tumores? Una de las razones es que gran parte de éstos son asíntomáticos. Es decir, no dan signos de presencia, por lo que muchas veces pasan desapercibidos y se los localiza casi de “casualidad” a través de una ecografía.
No obstante, la mitad de los miomas uterinos sí tienen síntomas, aunque éstos son diversos debido a que es el tamaño y la ubicación en el útero los que determinan qué indicios dan de su presencia.
Estos tumores benignos pueden medir de 0,5cm (lo que no genera síntomas) hasta 10cm, los cuales son más difíciles de tratar.
“Existen tres tipos de mielomas que se caracterizan según su ubicación: intramurales (en el miometrio), subserosos (fuera de las paredes del útero) y submucosos (en el endometrio)”, describió a InfoVitalis la doctora Alejandra Belardo (MN 78.361), jefa de Sección de Endocrinología Ginecológica del Servicio de Ginecología del Hospital Italiano de Buenos Aires.
Justamente son estos últimos los que acarrean más problemas y mayor cantidad de síntomas.
Los signos más frecuentes suelen ser dolor pélvico, menstruación excesiva y prolongada, dolor durante las relaciones sexuales, anemia, necesidad frecuente de orinar, náuseas, vómitos y fiebre.
Son tumores benignos que afectan a 1 de cada 4 mujeres en edad fértil y 1 de cada 2 mujeres mayores de 40 años. Esto lo convierte en el tumor de mayor prevalencia en el sexo femenino.
Recién aprobado
“Los últimos avances en el tratamiento de la miomatosis uterina databan de 1995”, señaló el doctor Silvio Tatti (MN 54.387), jefe del Servicio de Ginecología del Hospital de Clínicas Gral. José de San Martín de Buenos Aires.
Hasta hoy, que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica le dio pulgar arriba al acetato de ulipristal, un novedoso medicamento que disminuye considerablemente los síntomas en poco más de una semana y reduce el tamaño de los miomas hasta en un 80%.
“Esta nueva opción terapéutica representa un gran avance, ya que logra reducir el índice de cirugías en un 50% y mejora enormemente la calidad de vida de las mujeres que presentaban anemia”, enfatizó Tatti.
Otro dato de valor es que este nuevo medicamento es de toma oral, a diferencia de sus predecesores, de aplicación intravenosa. Además, no tiene prácticamente efectos secundarios.
El tratamiento con acetato de ulipristal consiste en ciclos de tres meses con descanso de dos meses entre cada ciclo.
Debido a que se actúa a nivel hormonal, la paciente no podrá quedar embarazada mientras tome el medicamento. Por esta razón, tampoco es necesario tomar anticonceptivos orales durante este período.
Este nuevo medicamento es de toma oral, a diferencia de sus predecesores, de aplicación intravenosa.
Chau mioma
Cuando no existen síntomas, por lo general no se aplica tratamiento alguno, explicaron los especialistas. El foco recae, entonces, en aquellos de mayor tamaño, ubicación más compleja y síntomas presentes.
“Según cada caso en particular, en donde influye la sintomatología, la edad de la paciente y si en el futuro querrá embarazarse o no, entre otras consideraciones, la otra línea de tratamiento le corresponde a la cirugía en sus diferentes modalidades: a cielo abierto, laparoscópica o histeroscópica, detalló la doctora Mónica Ñañez (MP 18.292), especialista en Ginecología y Obstetricia y profesora de la Cátedra de Ginecología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Córdoba.
Y agregó que la elección del procedimiento, que consistirá en la extirpación del mioma (miomectomía) o del útero (histerectomía), dependerá de la localización, tipo y tamaño del mioma”,
“También existe un tratamiento no quirúrgico para tratar la miomas que permite conservar el útero: la embolización arterial uterina, pero tienen indicación de este procedimiento aquellos miomas que midan menos de 10cm y estén bien vascularizados”, agregó.
Por su parte, la doctora Belardo explicó que “en mujeres asintomáticas o que ya no desean buscar la maternidad, el mioma uterino generalmente no requiere tratamiento y a partir de la llegada de la menopausia suelen reducir su tamaño, ya que son tumores dependientes de hormonas ligadas al ciclo menstrual”.
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