Si tiene usted una vejiga hiperactiva, no se desespere. Existen tratamientos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) que pueden ayudarlo a controlar sus síntomas.
Las personas con una vejiga hiperactiva tienen un músculo vesical que se constriñe con demasiada frecuencia o sin previo aviso. Esto puede acarrear síntomas urinarios preocupantes, tales como:
- La necesidad de orinar con demasiada frecuencia (frecuencia miccional), que se define como orinar ocho o más veces al día, o dos o más veces durante la noche (nicturia).
- La necesidad de orinar de inmediato (urgencia urinaria).
- El escape involuntario de orina como consecuencia de la necesidad de orinar de inmediato (incontinencia urinaria de urgencia).
Estos síntomas afectan a más de 33 millones de estadounidenses. Muchos no procuran tratamiento, posiblemente porque les da vergüenza o porque desconocen las opciones de tratamiento. En los Estados Unidos, 30 por ciento de los varones y 40 por ciento de las mujeres viven con síntomas de vejiga hiperactiva.
La buena noticia es que existen terapias para tratar estos síntomas. Entre ellas están: medicamentos orales, un parche o gel aplicados sobre la piel, el primer tratamiento de venta sin receta médica (OTC, por sus siglas en inglés) para las mujeres con vejiga hiperactiva e inyecciones vesicales para los pacientes con síntomas más severos.
Causas
Algunas de las causas conocidas de la vejiga hiperactiva son los trastornos neurológicos, tales como las lesiones de la médula espinal, la esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinson y los derrames cerebrales. Sin embargo, la causa a menudo se desconoce.
“Algunas afecciones —tales como las infecciones del tracto urinario, un embarazo precoz, la diabetes mellitus desatendida, las enfermedades de la próstata y los tumores vesicales— presentan síntomas parecidos a los de la vejiga hiperactiva y deben descartarse antes de poder hacer un diagnóstico correcto. Además, ciertos medicamentos, en especial los diuréticos, pueden causar síntomas de vejiga hiperactiva”, explica el Dr. Suresh Kaul, M.D, M.P.H., líder del equipo médico urológico de la Sección de Productos Óseos, Reproductivos y Urológicos de la FDA.
El riesgo de tener una vejiga hiperactiva aumenta con la edad. “Este padecimiento afecta especialmente a las mujeres mayores”, señala la Dra. Olivia Easley, M.D., autoridad médica experta de esta sección de la FDA.
Opciones para los consumidores
Existen varias opciones de tratamiento para la vejiga hiperactiva que ayudan a que los músculos vesicales se relajen y dejen de contraerse en momentos inoportunos. La Dra. Easley comenta que los anticolinérgicos son una clase de medicamentos de uso difundido para el tratamiento de la vejiga hiperactiva. Estos medicamentos contienen oxibutinina, tolterodina, fesoterodina o solifenacín, y se cree que actúan inhibiendo las contracciones involuntarias de la vejiga.
Hace poco, la FDA aprobó el Myrbetriq (mirabegron), un medicamento que mejora la capacidad de la vejiga para almacenar orina al relajar el músculo vesical durante el llenado (los efectos secundarios de Myrbetriq incluyen presión arterial alta e infecciones del tracto urinario. En ciertas situaciones, el Myrbetriq puede aumentar la probabilidad de que no pueda vaciar la vejiga por cuenta propia, por ejemplo, si también está tomando otras medicinas para tratar la vejiga hiperactiva).
Para las mujeres de 18 años de edad en adelante, también hay un parche, llamado Oxytrol para mujeres, que se aplica sobre la piel cada cuatro días. Este parche está disponible a la venta sin necesidad de una receta médica y administra una dosis de oxibutinina. Para los hombres, hay un parche de oxibutinina disponible únicamente por prescripción médica y se llama Oxytrol (los efectos secundarios del parche Oxytrol incluyen irritación de la piel, somnolencia, mareos, confusión, alucinaciones y vista borrosa).
Para los adultos que no pueden usar o no responden adecuadamente a los anticolinérgicos, están las inyecciones de Botox (onabotulinumtoxinA). El Botox se inyecta directamente en el músculo vesical bajo anestesia local o general en el consultorio de un médico, usando una pequeña cámara que le permite al urólogo ver la pared interior de la vejiga.
El Botox hace que la vejiga se relaje, aumentando su capacidad para almacenar orina y reducir la incontinencia urinaria. Cuando los efectos del Botox se desvanecen, pueden administrarse más inyecciones, pero no antes de tres meses a partir de la última serie.
(el Botox puede ocasionar efectos secundarios graves que pueden ser mortales, incluyendo problemas para respirar o para tragar, y la propagación de efectos de las toxinas. Estos problemas pueden surgir horas, días o semanas después de una inyección. Llame a su médico o procure atención médica inmediata si presenta alguno de estos problemas después de recibir un tratamiento con Botox. Entre los efectos secundarios del Botox menos graves están las infecciones del tracto urinario y la incapacidad para vaciar la vejiga por cuenta propia).
“Existen muchas opciones de tratamiento para los pacientes con una vejiga hiperactiva. No todos los medicamentos funcionan para todos los pacientes. Los pacientes tienen que dar el primer paso para buscar la ayuda de un profesional de la salud a fin de determinar si los síntomas que están experimentando se deben o no a una vejiga hiperactiva o a otra afección, y decidir qué tratamiento es el mejor”, añade la Dra. Easley.
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